Esta plaza, a diferencia de otras, posee unas rejas metálicas que encierran todo su perímetro interior. Se dice que para su inauguración, fue trasladada la reja protectora desde la plaza de armas, una vez que se implementó el servicio de agua potable en la ciudad a comienzos del siglo XX . Está rodeada por un colegio, algunos locales comerciales menores y casas particulares, evocando el ambiente tranquilo, vecinal y nostálgico de muchas plazas de barrios y de pequeñas ciudades de Chile.

Por Bernardo Rebolledo
La Plaza Cruz nace durante el gobierno del presidente Aníbal Pinto, como homenaje al recién fallecido general penquista prócer de la independencia nacional don José María De La Cruz, en 1876 , convirtiéndose en la segunda de la ciudad. Sin embargo, su inauguración oficial no fue sino hasta el día 13 de octubre de 1907, la que se realizó con gran concurrencia de público y con la participación de las principales autoridades de la ciudad .
El barrio denominado Cruz, se generó producto de la expansión que tuvo la ciudad en asentamientos que se venían desarrollando desde la segunda mitad del siglo XIX. Esto fue determinante en su buena accesibilidad, a un costado del camino que conduce a Talcahuano por la Avenida Prat y la posterior instalación de Estaciones Ferroviarias en sus alrededores (Estación a Penco y Curanilahue).
Luego se instalaron en el sector pequeñas fábricas desde fines del siglo XIX y durante la primera mitad del siglo XX, como la fundición Leopold (1895), la fábrica de café de higos Condor (Salas / Avda. Rodríguez), la Fábrica de Vidrios Planos Lirquén (Prat / Salas) y la Barraca Concepción (Avda. Manuel Rodríguez/Serrano), lo que consolidó el barrio como un sector productivo, convirtiéndose en un polo de atracción de población a su entorno .
Dos poblaciones son características del barrio, las que le han dado su conocido sello de población ferroviaria, estas son la población Graciela Letelier, bautizada así en homenaje de la esposa del presidente de la República don Carlos Ibáñez Del Campo a principios de los años 30ª, características son sus pasajes San Jorge y San Guillermo con casas bajas de un piso, ubicada frente a la Plaza Cruz por calle Salas, y la Juan Antonio Ríos, bautizada con ese nombre en homenaje al presidente de aquel entonces, quien el domingo 27 de mayo de 1945, de visita en Concepción, coloca la primera piedra de este recinto habitacional, que ocupa toda la manzana entre las calles Prat, Prieto, Cruz y Serrano .
El barrio denominado Cruz, se generó producto de la expansión que tuvo la ciudad en asentamientos que se venían desarrollando desde la segunda mitad del siglo XIX. Esto fue determinante en su buena accesibilidad, a un costado del camino que conduce a Talcahuano por la Avenida Prat y la posterior instalación de Estaciones Ferroviarias en sus alrededores (Estación a Penco y Curanilahue).
Luego se instalaron en el sector pequeñas fábricas desde fines del siglo XIX y durante la primera mitad del siglo XX, como la fundición Leopold (1895), la fábrica de café de higos Condor (Salas / Avda. Rodríguez), la Fábrica de Vidrios Planos Lirquén (Prat / Salas) y la Barraca Concepción (Avda. Manuel Rodríguez/Serrano), lo que consolidó el barrio como un sector productivo, convirtiéndose en un polo de atracción de población a su entorno .
Dos poblaciones son características del barrio, las que le han dado su conocido sello de población ferroviaria, estas son la población Graciela Letelier, bautizada así en homenaje de la esposa del presidente de la República don Carlos Ibáñez Del Campo a principios de los años 30ª, características son sus pasajes San Jorge y San Guillermo con casas bajas de un piso, ubicada frente a la Plaza Cruz por calle Salas, y la Juan Antonio Ríos, bautizada con ese nombre en homenaje al presidente de aquel entonces, quien el domingo 27 de mayo de 1945, de visita en Concepción, coloca la primera piedra de este recinto habitacional, que ocupa toda la manzana entre las calles Prat, Prieto, Cruz y Serrano .

Instituciones centenarias
El barrio posee dos instituciones centenarias que le otorgan su sello característico, el Colegio María Inmaculada, que se creó gracias a la iniciativa de la señora Modesta Vidal, destacada vecina de Concepción, a fines del siglo XIX, quien desea crear una escuela para niñas en el lugar , conducida por religiosas de la Inmaculada Concepción, una vez obtenida las autorizaciones necesarias y el terreno entre las calles (Cruz, Salas, Angol y Bulnes), se inauguró como convento y colegio el día 12 de octubre de 1878, comenzando ese mismo año las clases en el establecimiento.
Hacia la esquina de la plaza, por calles Angol y Prieto, se encuentra el Convento y Asilo de Ancianos de Las Hermanitas De Los Pobres, congregación que lleva más de 100 años en la ciudad. La iniciativa de instalarse en la ciudad surge en el año 1903, cuando llegan las primeras religiosas a Concepción, las que se contactan con la señora Elena Lawrence, quien trabajaba con el obispo local de aquel entonces, en las obras de caridad de la ciudad. Con su ayuda logran instalarse en un primer momento. Posteriormente, la Municipalidad de Concepción, les cede el terreno actual de calle Angol Nº1348, donde levantan su actual morada, la que fue bendecida oficialmente por Monseñor Luis Enrique Izquierdo el 10 de septiembre de 1907.
Hacia la esquina de la plaza, por calles Angol y Prieto, se encuentra el Convento y Asilo de Ancianos de Las Hermanitas De Los Pobres, congregación que lleva más de 100 años en la ciudad. La iniciativa de instalarse en la ciudad surge en el año 1903, cuando llegan las primeras religiosas a Concepción, las que se contactan con la señora Elena Lawrence, quien trabajaba con el obispo local de aquel entonces, en las obras de caridad de la ciudad. Con su ayuda logran instalarse en un primer momento. Posteriormente, la Municipalidad de Concepción, les cede el terreno actual de calle Angol Nº1348, donde levantan su actual morada, la que fue bendecida oficialmente por Monseñor Luis Enrique Izquierdo el 10 de septiembre de 1907.
Un pasado añorado por sus vecinos
Parte del pasado, muy recordado por sus vecinos fue la existencia de un antiguo Odeón que poseyó la plaza, que estaba ubicado por calle Angol, esquina Cruz. Construido entre los años 1917 y 1918, financiado en un principio, mediante colectas populares pro-quiosco en el mismo barrio y, posteriormente la empresa de ferrocarriles facilitó los materiales necesarios para su construcción, según la prensa de aquella época: “Plaza Cruz. Se señala un comunicado al Primer Alcalde de Concepción, que indica que la Administración de la III Zona de ferrocarriles, ha accedido a entregar los materiales que hacían falta para la construcción de un Kiosco, en esta plaza” (El Sur, 28 de junio de 1918, pág. 8).
Los vecinos más antiguos, recuerdan con añoranzas la activa vida social y cultural que giraba en torno a su plaza, el Odeón era muy utilizado en el pasado, en las décadas del 50 y 60, todos los domingos al mediodía venía la banda del Regimiento Chacabuco a hacer retretas donde se aglutinaba la gente para deleitarse con su música, además los mismos domingos en la tarde o sábados, venían del colegio San Ignacio de Concepción a hacer exhibiciones de películas religiosas en el mismo Kiosco y para los años electorales era utilizada como lugar de reunión de “mítines” , de los más diversos partidos políticos y durante el mes de María servía de lugar de oración. Lamentablemente después del terremoto del año 1960 quedó destruido por lo que se tuvo que demoler .
Además, era un lugar de paseo y encuentro de los vecinos quienes hacían un intenso uso de la plaza los fines de semana, donde acostumbraban en especial en recorrer un antiguo puentecito japonés que atravesaba un espejo de agua, ubicado por calle Angol al llegar a Cruz, donde los estudiantes universitarios acudían desde muy temprano para estudiar en época de exámenes.
Por su parte, la población ferroviaria tuvo en el pasado una intensa vida social en el barrio, durante el mes de noviembre los mismos residentes se organizaban para efectuar durante un día su propia fiesta de la primavera, cerraban el acceso al pasaje Córdova, donde organizaban un baile y elegían reina.
Los vecinos más antiguos, recuerdan con añoranzas la activa vida social y cultural que giraba en torno a su plaza, el Odeón era muy utilizado en el pasado, en las décadas del 50 y 60, todos los domingos al mediodía venía la banda del Regimiento Chacabuco a hacer retretas donde se aglutinaba la gente para deleitarse con su música, además los mismos domingos en la tarde o sábados, venían del colegio San Ignacio de Concepción a hacer exhibiciones de películas religiosas en el mismo Kiosco y para los años electorales era utilizada como lugar de reunión de “mítines” , de los más diversos partidos políticos y durante el mes de María servía de lugar de oración. Lamentablemente después del terremoto del año 1960 quedó destruido por lo que se tuvo que demoler .
Además, era un lugar de paseo y encuentro de los vecinos quienes hacían un intenso uso de la plaza los fines de semana, donde acostumbraban en especial en recorrer un antiguo puentecito japonés que atravesaba un espejo de agua, ubicado por calle Angol al llegar a Cruz, donde los estudiantes universitarios acudían desde muy temprano para estudiar en época de exámenes.
Por su parte, la población ferroviaria tuvo en el pasado una intensa vida social en el barrio, durante el mes de noviembre los mismos residentes se organizaban para efectuar durante un día su propia fiesta de la primavera, cerraban el acceso al pasaje Córdova, donde organizaban un baile y elegían reina.